Hubo un tiempo en el que fui:

Huérfana de padre,
de madre,
huérfana de hermano
y de hermanas.

Huérfana de esposo,
y lo más doloroso en su tiempo,
de hijo.

Olvidada de la risa
y de alguno que otro corazón
que aún latía...
Y lo más curioso,
huérfana de mi reflejo...

Huérfana de sentir Tu presencia,
pero jamás de la realidad
de Tu dulce existencia,
que pasado el tiempo
me dijo que con Amor Eterno,
Él me amó.

Comentarios

  1. Una verdad gigante que da nueva vida al ser.

    Una verdad que, tan sólo saberla... llena de fuerza y alegría.


    Muy linda tu entrada.

    Un gusto, Telîthâz.

    ***

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares