Y traté de huir,
para no someterme.
Dibujé alas en mis tobillos
y cosí una capa con letras;
para evitar ser descubierta,
en la plenitud
de mi vulnerable humanidad.
Y voy por el mundo
cantando
risas y poemas.
Reluciendo en cada planeta,
una fortaleza bruñida
en el fuego del sufrir;
dotada de eximia ternura.
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